Oh Cariño, no sabría definirte, eres el cielo y el mismísimo infierno, me has atrapado con tus sonrisas y caricias, te has adentrado en mi ser y has causado inmensas alteraciones en él, he aprendido a amarte por sobre todas las cosas, y ahora que me he declarado masoquista ante ti, ahora que me he rendido ante tus encantos, te has marchado sin un ápice de remordimiento, simplemente sonríes y vuelves a empezar, dejándome intranquilo, me has quitado todo lo que tengo y todo lo que soy, simplemente me dejas vacío y sin ti.